El presidente de México mostró su confianza en su par estadounidense para atender las necesidades provocadas por el flujo migratorio en días donde decenas de miles de haitianos han sufrido represiones y deportaciones al pisar suelo norteamericano. El jefe de Estado latinoamericano propone el programa “Sembrando Vida” para enfrentar el fenómeno migratorio. “Basta de estar queriendo resolver un problema social, económico, con medidas coercitivas”, manifestó.
La crisis que están padeciendo miles de inmigrantes haitianos en la frontera sur que separa a México de Estados Unidos puso en la agenda internacional nuevamente a las olas de migración. Tras escenas de violencia explícita por parte de agentes de la Patrulla Fronteriza de Texas que ocurrieron el pasado domingo, el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador debió tomar cartas en el asunto en la búsqueda por solucionar la problemática migratoria.
Esta afecta a cientos de miles de haitianos que duermen debajo del puente internacional que une Ciudad Acuña con Del Río, otros tantos que fueron deportados a su país y un remanente que aún está varado entre Colombia y Panamá, en el peligroso paso del Darién.
En las primeras horas del miércoles, la máxima autoridad mexicana se pronunció fuertemente en pos de agilizar el trabajo en conjunto con Estados Unidos para ayudar a la región. “Hay condiciones inmejorables como para suscribir un buen convenio para el desarrollo de América Latina y el Caribe, y en particular con los países de Centroamérica. Yo pienso que sí habrá resultado”, sentenció.
López Obrador, entre la buena predisposición estadounidense y la necesidad inmediata
El jefe de Estado mexicano considera que hay una postura estadounidense positiva para atajar la problemática migratoria luego de que designaran a la vicepresidenta Kamala Harris como punta de lanza para trabajar en el tema.
Sin embargo, resaltó la urgencia de ejecutar políticas concretas pronto para controlar el flujo de inmigrantes. “Hay condiciones inmejorables para suscribir un buen convenio para el desarrollo de América Latina y el Caribe, en particular con los países de Centroamérica”, explicó.
AMLO considera que la llave para encausar el problema radica en la inversión de EE. UU. en los programas de desarrollo. Días atrás, manifestó que el verdadero conflicto de los migrantes era social, económico y que no debían tomarse medidas coercitivas.
Su Gobierno confeccionó un plan que implementó en regiones de su territorio y que pretende trasladarlo a gran escala con el financiamiento de la Casa Blanca. Empero, los recursos no llegaron y no escondió su decepción por ello: “Había un compromiso de inversión de 4.000 millones (la mitad era para México) y no ha llegado nada”. Además, arremetió: “Imagínense si me hubiese quedado parado esperándolo, me hubiese cansado”, y cerró insistiendo que “ya basta de discursos, hace falta acción”.
Incluso, AMLO evocó al difunto expresidente estadounidense John F. Kennedy para reprochar la falta de ayuda estadounidense. “Desde su época, no invirtieron lo suficiente en la región”, recordando un plan de diez años que, hoy, alcanzaría la suma de 120.000 millones de dólares. “Desde entonces a la fecha no invirtieron ni el 10% de esa cantidad para el desarrollo de América Latina y el Caribe”, sentenció.
La concreción de programas de desarrollo, la propuesta de México para controlar la migración
Este miércoles, López Obrador entró en detalles más precisos del plan que su Gobierno le propuso a su par Joe Biden y por el que esperan la aprobación de Estados Unidos. AMLO se refirió al objetivo de “ordenar el flujo migratorio”.
Para esto, la idea es que desde Washington financien programas como “Sembrando Vida” en el sur del territorio mexicano y países de Centroamérica como El Salvador, Guatemala y Honduras, para promover alternativas laborales a los migrantes.
“Lo que le planteo al presidente Biden es que, a quienes se inscriban en los programas, se les otorgue una visa de trabajo temporal de seis meses en EE. UU.”, explicó AMLO. Insistió también en un beneficio claro para los norteamericanos en dos aspectos diferentes: por un lado, el poder controlar las cuestiones migratorias; por el otro, contar con fuerza de trabajo para impulsar el crecimiento económico de su país.
“Sembrando Vida” es un plan que en México ya se implementó en Chiapas y les dio trabajo a 80 mil sembradores. Según los cálculos del Gobierno latinoamericano, esta medida alcanzaría a alrededor de 330 mil personas migrantes, que contarían con trabajo y mejores condiciones económicas.
Los migrantes haitianos contra la frontera estadounidense, la deportación y el peligro del Darién
La gran ola de habitantes del país caribeño que recorrieron desde Chile y Brasil hasta la puerta de Estados Unidos padece diferentes reveses en puntos lejanos, pero igual de riesgosos. Tras la violencia sufrida por la policía fronteriza en Texas el pasado domingo, alrededor de cien mil haitianos duermen debajo del puente internacional que conecta Del Carmen en suelo norteamericano y Ciudad Acuña en el lado mexicano.
Otros, por caso, luego de sus múltiples incursiones por superar la frontera estadounidense, lo único que consiguen es ser deportados nuevamente a su país de origen. El miércoles fue el tercer día consecutivo donde aviones de Estados Unidos aterrizaron en Haití para dejar civiles que, en algunos casos, solamente llegan con la ropa que tienen puesta como únicas pertenencias.
Por último, 19.000 están varados entre Panamá y Colombia, en el paso del Darién, una de las rutas fronterizas más peligrosas del mundo. Allí, las crecidas del río, la fauna de la espesa selva y los grupos armados del lugar son los riesgos que corren los migrantes haitianos, que acusan robos y abusos sexuales en su intento de llegar a territorio panameño.
