La demanda de medicinas se ha incrementado en varias farmacias de Guayaquil después del feriado de Navidad. Personas con síntomas respiratorios relacionados con el COVID-19 llegan en busca de antibióticos, antigripales, expectorantes, analgésicos, entre otros fármacos.
“Ahorita como paracetamol la más pedida es la Analgan, pero ahorita no hay. Ya más o menos en esta semana ya no había. Estamos manejando genéricos”, contaron la mañana de este miércoles en una de las distribuidoras farmacéuticas ubicadas en Alejo Lascano y Ximena, en el centro de Guayaquil.
Francisco García, quien acudió al sitio en busca de esas pastillas luego que la noche del martes tras recorrer las farmacias de su barrio, en el suroeste, no encontrara dicho fármaco, mencionó que en su familia no tienen confianza en los medicamentos genéricos, más aún en este tiempo de pandemia.
“A uno le gusta comprar lo que dice el médico, por eso vine, pero gracias a Dios sí conseguimos. Lo que sí es que hay bastante gente pidiendo lo mismo”, comentó el hombre luego de adquirir las medicinas para su madre, de 65 años, quien desde el lunes pasado ha tenido fiebre por ratos.
La demanda de antibióticos, antigripales y demás también ha aumentado en las grandes cadenas farmacéuticas de varios sectores de la ciudad. Y es que a los contagios de COVID-19 que tienen un aumento sostenido en el país se suma la preocupación de quienes, aunque no tienen sintomatología respiratoria, quieren estar preparados ante la presencia de la variante ómicron.
Ante aquello, la Agencia Nacional de Regulación, Control y Vigilancia Sanitaria (Arcsa) ejecuta controles, dentro de su competencia, en establecimientos donde se comercializan productos de alta demanda ciudadana, como son farmacias, botiquines y distribuidoras farmacéuticas.
Durante las inspecciones que dicha instancia realiza exige respetar la venta exclusivamente con receta médica de fármacos antigripales, antibióticos y antiinflamatorios no esteroideos.
“Es necesario que los ciudadanos tomen conciencia de la importancia de no automedicarse, y más aún ante el COVID-19, ya que un medicamento mal administrado podría generarle complicaciones graves e incluso la muerte”, manifestó Ana Karina Ramírez, directora ejecutiva de Arcsa.
Esta dependencia también verifica que solo se expendan medicamentos que cuenten con registro sanitario y fechas de elaboración y caducidad vigentes; que los fármacos se mantengan almacenados adecuadamente y se respeten los valores establecidos por el Consejo Nacional de Fijación y Revisión de Precios de Medicamentos del Ministerio de Salud Pública (MSP).
Xavier Martínez, quien atiende un local de la cadena Hiperfarmacias, en Antepara y Maracaibo, sur de la ciudad, señaló que en ese establecimiento desde la semana pasada se ha duplicado la demanda de Azitromicina, Analgan y vitamina C.
“La Analgan ayer (martes) en la noche nos llegaron cinco cajas, y ya solo nos quedan dos hasta ahorita. Lo que también están comprando bastante es Fluimucil efervescente”, expresó el hombre.
Fuente: El Universo
