Aunque durante el 2021 la incidencia de la pobreza monetaria se redujo con respecto a la que generó la pandemia en 2020, y cerró en 39,3 por ciento (todavía por encima del 2019), las víctimas de conflicto, los grupos étnicos y la población migrante vio ampliada la diferencia de un indicador con respecto a las cifras nacionales, es decir, su condición no mejoró.
Así lo reveló ayer el Dane al publicar el informe de ‘Pobreza monetaria con enfoque diferencial’, reporte que dio cuenta de que, por ejemplo, en 2021 la brecha en las tasas de incidencia de la población víctima del conflicto y el promedio nacional fue de 10,8 puntos porcentuales, por encima de la diferencia reportada un año atrás, que fue de 9,4 puntos porcentuales.
En 2021, la brecha entre víctimas y el promedio nacional fue de 5,7 puntos para la pobreza extrema y, de acuerdo con el informe, las personas víctimas de desplazamiento forzado reportan tasas de pobreza levemente superiores respecto al total de víctimas, en tanto que se evidencia una relación entre el periodo del hecho victimizante y la tasa de incidencia de la pobreza monetaria y pobreza extrema.
Es decir, cuanto más reciente es el hecho victimizante, mayor es la incidencia de pobreza en ese hogar.
Una situación similar se evidenció con la incidencia de la pobreza en los grupos étnicos, ya que en el 2020, mientras la pobreza del país fue del 42,5 por ciento y la de la población indígena fue del 62 por ciento, para una diferencia de 19,5 puntos porcentuales, el año pasado esta brecha subió 22,3 puntos porcentuales, ya que la pobreza en el país se ubicó en 39,3 por ciento, y la de este grupo de habitantes bajó levemente, hasta 61,6 por ciento.
Población étnica
Lo mismo ocurrió con la población afrodescendiente, para la cual la diferencia entre su indicador de pobreza y del total del país pasó de 4,2 porcentuales en el 2020 a 6,8 puntos porcentuales. Asimismo, de acuerdo con el Dane, al analizar la pobreza bajo un enfoque de género, según el sexo del jefe de hogar, el indicador durante el 2021 fue del 37 por ciento para los hombres y de 42,9 por ciento para las mujeres, con una diferencia 5,9 puntos porcentuales, lo que indica que la pobreza golpea con más fuerza a los hogares liderados por mujeres.
Igualmente, en el 2021, la incidencia de pobreza según sexo del jefe de hogar para la pobreza monetaria extrema de los hombres fue de 10,8 por ciento y para las mujeres, del 14,5 por ciento, con una diferencia 3,7 puntos porcentuales.
Y para la población migrante se registró una reducción de 0,6 puntos porcentuales entre 2020 y 2021 en la brecha de pobreza con respecto al total de país, pero, no obstante, para los extranjeros provenientes de Venezuela sí se aumentó, ya que la diferencia pasó de 23,3 puntos porcentuales a 24,1 puntos porcentuales entre 2020 y 2021, de acuerdo con el Dane.
Fuente: El Tiempo
