En los cuerpos de tres vacas de David Barros eran claras las huellas de quemaduras dejadas por flujos piroclásticos (nubes de ceniza ardiente) que rodaron por la quebrada Juive Grande del cantón Baños, en Tungurahua, uno de los flancos del volcán de igual nombre, durante la erupción del sábado.
Los animales, que estuvieron en la parte alta del Tungurahua, fueron bajados el domingo y ayer eran curados, según Gonzalo Paz, vigía de la comunidad. Agregó que tres reses murieron por los flujos piroclásticos.
Estos son efectos del volcán que lleva catorce años en proceso eruptivo y que se reactivó el pasado jueves. La explosión del sábado generó una columna de unos 10 km, tras lo cual la Secretaría Nacional de Gestión de Riesgos declaró alerta naranja en poblados cercanos.
Paz contó que fueron rescatadas sin quemaduras diez cabezas de ganado de Eloy Sánchez y advirtió que quedan 50 en la parte alta, donde el pasto está contaminado con ceniza. Al respecto, dijo, el Ministerio de Agricultura ofreció melaza.
En Penipe, Chimborazo, hay preocupación porque el polvo volcánico afecta los cultivos de maíz, fréjol, tomate y frutales.
Mientras, a las 12:30 de ayer salió el primer vuelo desde el aeropuerto Mariscal Lamar de Cuenca, luego de que la nube de ceniza del domingo obligó a la Corporación Aeroportuaria a suspender los seis vuelos de ese día. Humberto Cordero, gobernador de Azuay, dijo que la contaminación del aire se redujo y se cambió de alerta roja a amarilla. Sin embargo, las clases en Cuenca, Sígsig, Guachapala, El Pan, Sevilla de Oro y Gualaceo seguirán suspendidas hasta que se realice la limpieza de los establecimientos educativos.
En Cañar aún se espera conocer el impacto de la ceniza.