Pocos días antes de disputar su primer partido del Mundial, la selección francesa recibió una noticia tan dura como inesperada: Karim Benzema, el Balón de Oro, no podría jugar el torneo por una rotura muscular en el cuádriceps de la pierna izquierda.
El asunto pareció quedarse ahí, en una lesión especialmente inoportuna que volvía a impedir a Benzema disputar un Mundial (en 2018 no entraba en los planes de Deschamps por su implicación en el chantaje a su ex compañero Valbuena), pero con el paso de los días, han trascendido detalles que confirman que la relación entre Benzema y Deschamps se deterioró muy rápidamente en muy poco tiempo.
Benzema abandonó la concentración de la selección gala en Doha con la sensación de haber sido poco menos que expulsado del grupo. Lo hizo justo antes del debut de Francia ante Australia.
Tras entrenarse con molestias en sus primeros días en Qatar, Benzema confiaba en estar recuperado para jugar al menos el segundo o tercer partido de su equipo, aún en la fase de grupos.
Pero su seleccionador tomó una decisión unilateral y sorprendente para todo el grupo: ‘Qué lástima Karim, que te tengas que ir’, le dijo a Benzema.
SIN MARGEN PARA NEGOCIAR
El delantero francés del Real Madrid captó el mensaje a las primeras de cambio. No había mucho margen para la interpretación. Estaba fuera del Mundial, independientemente de que Francia cayese en la primera fase o alcanzase la final.
Benzema hizo las maletas y regresó a Madrid. Se entrenó en Valdebebas y pocos días después, tomó un vuelo a la isla de Reunión para pasar unos días de vacaciones.
Regresó a Madrid, donde se ejercita desde entonces. Con plena normalidad, según apuntan fuentes de su entorno, hasta el punto de que ha participado en un partido de entrenamiento entre la plantilla del Real Madrid y el Leganés en Valdebebas.
Mientras, en Doha, la selección francesa caminó hasta la final. Lo hizo sin Benzema, un nombre que poco a poco se fue diluyendo del día a día de Francia hasta que a Didier Deschamps le preguntaron por él.
“SIGUIENTE PREGUNTA”
Fue pocos minutos después de certificar el pase a la final, tras el 2-0 a Marruecos en la semifinal. “¿Hay alguna posibilidad de que Benzema viaje a Qatar para la final”, le preguntaron.
La respuesta de Deschamps fue cortante. “Siguiente pregunta”. Imposible encontrar más frialdad en la respuesta de un seleccionador referida a uno de sus jugadores lesionados.
Por todo ello, Benzema no tiene la menor intención de desplazarse a Qatar para ver la final ante Argentina. Oficialmente, incluso podría jugar el partido, ya que la federación francesa no lo eliminó de la lista de inscritos en el Mundial pese a su lesión.
