Entre 2019 y 2020, el saldo de la deuda interna y externa subió casi $6.000 millones. La relación endeudamiento/PIB es del 70%.
“Si a la deuda externa e interna le sumamos otras obligaciones, se acerca a los $70.000 millones lo adeudado al cerrar 2020; y los candidatos parecen ni enterados”. Así, Fausto Ortiz, exministro de Economía, explicó la difícil situación del endeudamiento público en medio de un proceso electoral donde se hacen muchas promesas, pero hay poca consciencia sobre la escasez de recursos en la caja fiscal.
En el último año, el monto total de la deuda ecuatoriana subió $5.826 millones, pasando de $57.337 millones a $63.163 millones. Pero esa cifra, que representa 2,5 veces los ingresos anuales del Presupuesto General del Estado (PGE), solo es una parte de la historia.
Por fuera de la clasificación de la deuda externa (créditos de gobiernos y multilaterales, entre otros) y la interna (bonos, obligaciones de presupuestos anteriores y Seguridad Social, entre otras), también existen cuantiosas cuentas por pagar que constituyen más ingresos destinados a fines que no son los prioritarios como salud y educación.
