Un equipo de personas recorrerá los puestos para recibir las donaciones a diario y poder gestionar el alimento a los más pobres.
Cestos de piñas, papayas, banano y diversas verduras y hortalizas eran parte de la donación del día que hicieron comerciantes del Mercado de Transferencia de Víveres, la mañana de este miércoles, al Banco de Alimentos Diakonía. Esta entidad se encargará de recibir estos alimentos diariamente y de administrarlos con al menos 60 fundaciones.
Esto es parte del programa “Barriguita llena, corazón contento”, que se concretó entre el Municipio de Guayaquil y la Dirección de Acción Social y Educación (DASE) para que se trabaje en la recolección de los productos que no se hayan podido vender a fin de que lleguen a las personas más necesitadas, sobre todo a niños y ancianos.
Federico Recalde, director ejecutivo del Banco de Alimentos Diakonía, explicó que se estima que de cinco a seis toneladas diarias de alimentos se dañan en el Mercado de Transferencia, por lo que esperan colectar unas dos toneladas que aún se pueden consumir para transformarlas en alimento para los pobres.
Él recordó que se iniciaron con este proyecto de manera independiente, como Banco de Alimentos, hace tres años. Ellos empezaron socializando con los 600 comerciantes de ese mercado, explicándoles la labor que se realizaba con las fundaciones desde antes de la pandemia, y que solo acudían tres días a la semana a recoger lo que fuera posible según la voluntad de ellos.
Sin embargo, ahora con el convenio acudirá personal a recorrer los puestos a partir de las 06:00, cuando los comerciantes ya hayan vendido su producto durante la madrugada a los vendedores minoristas de Guayaquil.
“Hemos hecho este convenio para poder venir a rescatar estos alimentos, necesarios para muchas personas. Tendremos un equipo que recorre los andenes, y esperemos la voluntad de ellos para que puedan donar. Hay buena iniciativa; los comerciantes son solidarios, lo donan con mucho amor”, explicó.
La alcaldesa Cynthia Viteri comentó que este proyecto es necesario, porque hay muchas fundaciones que trabajan con los más pobres, personas que no tienen ni siquiera dónde vivir y que necesitan un plato de comida para subsistir.
“Sabemos que la mayoría de la gente no tiene empleo, es pobre; pero en medio de ellos hay más pobres aún, a los que todos ignoran. Con este proyecto vamos a recoger los alimentos que no se hayan podido vender: la donación de los comerciantes, también pobres, pero que abrazan a sus hermanos”, explicó la alcaldesa.
Viteri explicó que a los más necesitados se los ha ayudado con 3′800.000 raciones alimenticias que se han entregado en esta época tan difícil. Entre estas están kits alimenticios, suplementos, alimentación, etc.
Además, la alcaldesa explicó que este año tendrán almuerzos comunitarios para diversas fundaciones de ayuda a los más pobres.
Al sitio también llegaron integrantes de fundaciones que serán beneficiadas con estos alimentos. Fernanda Salazar, de fundación Clemencia, explicó que 120 adultos mayores son parte del asilo Sofía Ratinoff de esa fundación, que son beneficiados por el Banco de Alimentos Diakonía desde hace diez años.
“Son adultos mayores que se encuentran en situación de abandono, y la DASE los hace llegar a nuestro centro. Ellos llegan con vulnerabilidad, extrema pobreza, con enfermedades, como neumonía, demencia senil, párkinson, trombosis”, explicó.
También acudieron representantes de Un Techo para el Camino, que acoge a personas en condición de movilidad humana que no tienen dónde dormir ni con qué alimentarse. Otras fundaciones que serán beneficiadas son el asilo Plaza Dañín, Padre Damián, entre otras más.
Recalde explicó que con las frutas que estén muy maduras se harán compotas o mermeladas para que sean aprovechadas por los niños o ancianos de diversas instituciones.
Fuente: El Universo
