La estrella del R&B podría pasar el resto de su vida en prisión por tratar como ‘esclavas sexuales’ a varias menores de edad.
Tras dos días de deliberaciones, Robert Sylvester Kelly, conocido como R. Kelly, ha sido declarado culpable de abuso y tráfico sexual así como de mantener una estructura de crimen organizado, en un juicio celebrado en Nueva York que ha durado un mes y medio. El artista, que se había declarado inocente de todos los cargos, conocerá su condena el próximo 4 de mayo y quizá pase el resto de su vida en la cárcel. «Cuando se anunció el veredicto no dijo nada, estaba en shock», ha dicho su abogado Deveraux Cannick.
Kelly, quien ha estado bajo custodia desde que fue acusado formalmente en 2019 (el mes pasado fue agredido por su compañero de celda en el Centro Correccional Metropolitano de Chicago), fue declarado culpable de un cargo de crimen organizado y ocho cargos de violar la Ley Mann, la ley que prohíbe el transporte de personas a través de las fronteras estatales para cualquier propósito inmoral. «El veredicto de culpabilidad de hoy marca para siempre a R. Kelly como un depredador, que usó su fama y fortuna para aprovecharse de los jóvenes, los vulnerables y los sin voz para su propia satisfacción sexual. Se ha escuchado la voz de las víctimas de este caso, y finalmente se ha hecho justicia. Esperamos que el veredicto de hoy brinde cierto consuelo y permita cerrar este episodio a las víctimas», ha dicho en un comunicado la fiscal federal en funciones, Jacquelyn Kasulis.
Once testigos, nueve mujeres y dos hombres, subieron al estrado durante las seis semanas de proceso judicial, describiendo las humillaciones sexuales y la violencia que sufrieron a manos de Kelly. El primer testigo de cargo, Jerhonda Pace, de 28 años, testificó que una vez había sido fan de Kelly, que se había tatuado su nombre en el pecho izquierdo por sugerencia de él, y que después mantuvieron una relación que se volvió violenta. Finalmente, cortó la relación tras un episodio de abuso físico, en el que el cantante la estranguló hasta que se desmayó. Otra demandante, Sonja, fue abusada sexualmente hace casi dos décadas en el estudio de Kelly en Chicago, donde la joven de 22 años esperaba entrevistarlo para una emisora de radio donde ella trabajaba. La fiscal dijo que Sonja estuvo encerrada en una habitación del estudio durante tres días y que llegó a perder el conocimiento. Al despertar, Sonja sintió humedad entre sus piernas, vio a Kelly abrocharse los pantalones y se dio cuenta de que había sido agredida sexualmente.
Los abogados del artista han intentado retratar a sus acusadores como ‘groupies’ que buscaban aprovecharse de su fama y beneficiarse del movimiento #MeToo, y argumentaron que su cliente era «una celebridad que no necesitaba una empresa criminal para atraer a personas para realizar actividades sexuales». Pero la acusación ha demostrado que sus gerentes, guardias de seguridad y otros miembros de su séquito trabajaron para ayudarle en una ’empresa criminal’ con la que controlaba la vida de sus víctimas. «Las mujeres que vivían con Kelly estaban obligadas a llamarlo Daddy o Papito. Él las llamaba sus babies y debían pedir permiso si quieren salir a la calle. Las confinaba en habitaciones de hotel o en su estudio de grabación, controlaba cuándo podían comer o usar el baño, y las obligaba a seguir varias ‘reglas’», relató una de ellas en 2017, antes de que fuera detenido. «Esto es solo el comienzo. Hemos estado librando esta batalla desde 2017, y muchas de las víctimas han estado librando esta batalla durante años», ha declarado uno de los abogados del caso.
En el juicio también salió a colación su relación con la cantante Aaliyah, quien murió en un accidente de avión en agosto de 2001 después de contraer matrimonio con Kelly a los 15 años. El jurado escuchó cómo el cantante había obtenido ilegalmente documentos falsos para casarse con ella, y también cómo se libró de otras demandas llegando a acuerdos extrajudiciales, como el caso de Tiffany Kawkins, que alegó haber sufrido abuso emocional y físico durante una relación cuando él tenía 24 años y ella 15, o el de Tracy Sampson, que pasó por lo mismo a los 17. En 2008 fue declarado inocente en otro juicio, después de ser acusado formalmente por la policía de Chicago por grabar y poseer pornografía infantil. Tras el fin de este juicio, tendrá que afrontar otros dos procesos ante el estado de Illinois, en el que está acusado de abusos sexuales a cuatro mujeres, tres de ellas menores, y otro de características similares en Minnessotta.
Esta estrella estadounidense del R&B es uno de los artistas de mayor éxito de las últimas décadas, con canciones de enorme popularidad como ‘I belive i can fly’, ‘Bump N’ Grind’ o ‘I’m a Flirt (Remix)’. Ha vendido unos 75 millones de discos en todo el mundo, ha ganado tres premios Grammy y su último álbum fue publicado en 2016. Dos años más tarde, Spotify retiró sus canciones de las listas de reproducción y recomendaciones algorítmicas para no «promocionar activamente» su música.
