Por primera vez en un viaje internacional, el papa Francisco renunciará en Irak al uso de automóviles descubiertos en las calles, por razones de seguridad y para evitar aglomeraciones de personas que aumentarían el riesgo de contagio de Covid, según ha informado el Vaticano este martes. De viernes a domingo, el Santo Padre visitará seis ciudades: Bagdad, Najaf, Ur de Caldea, Mosul, Qaraqosh y Erbil.
El portavoz del Vaticano, Matteo Bruni, ha admitido la posibilidad de que el Papa utilice en algún momento automóviles blindados si las autoridades iraquíes, que son las responsables de la seguridad, lo consideran imprescindible.
Bruni se abstuvo de comentar el papel de las fuerzas militares internacionales desplegadas en Irak, pero es evidente que colaborarán de alguna manera pues el dispositivo de seguridad en la visita de un Papa es siempre mayor que cualquier otro evento, precisamente porque los itinerarios incluyen siempre áreas abiertas desprotegidas.
El portavoz no entró en detalles del número de miembros de la Gendarmería y de la Guardia Suiza que acompañarán a Francisco, que es bastante limitado y varía según cada viaje. La seguridad es competencia del país visitado, y si bien algunos gendarmes y guardias suizos están justo al lado del Papa, se mueven en un anillo formado por la escolta presidencial y otros cuerpos de élite locales.
Bruni ha confirmado la voluntad de Francisco de cumplir su promesa de visitar Irak en cuanto las circunstancias lo permitieran, y por eso ha mantenido la visita a pesar de los recientes atentados en Bagdad y Erbil.
Naturalmente, la situación sanitaria obliga a limitar a un centenar o poco más el número de participantes en los encuentros que se celebrarán en iglesias, donde se observarán a rajatabla las distancias y el uso de mascarillas. En el discurso a las autoridades, previsto para el viernes en el palacio presidencial, el número de asistentes podrá subir a 150.
El único encuentro «multitudinario» tendrá lugar el domingo en el estadio de Erbil, abierto y con capacidad para 30.000 espectadores, que acogerá a 10.000 fieles, con puestos identificados por si fueran necesarias notificaciones posteriores.
En contrapartida a estas limitaciones, millones de iraquíes y decenas de millones de personas en todo el mundo seguirán el viaje en directo por televisión e Internet.
La jornada del sábado incluye un importante encuentro con el gran ayatolá Alí Al-Sistani, líder espiritual de los musulmanes chiíes, en la ciudad santa de Najaf, y un encuentro interreligioso en Ur de Caldea, la ciudad natal de Abraham, que tendrá lugar frente a su famoso zigurat.
El programa del domingo, dedicado a visitar a los cristianos del norte del país que sufrieron la violenta persecución del «califato» durante casi cuatro años, incluye etapas en Mosul, Qaraqosh, la ciudad mártir, y Erbil.
