MetroEcuador.- En 2001, la Dra. Lynda Cramer estuvo muerta durante 15 minutos. En ese tiempo, cuenta que pasó casi media década en el cielo y después volvió a la vida.
Una mujer que estuvo clínicamente muerta durante 15 minutos ha contado con lujo de detalle su experiencia mientras estaba en el “cielo”, y afirma que sintió que pasaron 5 años.
Pasó 5 años en el cielo, mientras estaba muerta durante 15 minutos
Fue en 2001, cuando la Dra. Lynda Cramer fue medicamente declarada muerta durante cuarto de hora después de tener un accidente en su baño en la madrugada del 6 de mayo.
Los paramédicos logaron traerla de vuelta, dicen que fue un milagro, pero la doctora cuenta que los minutos que estuvo muerta, se sintieron como medica década en el más allá.
A través de un video en el canal de YouTube NDE (Near Death Experience), Kramer comenta que el tiempo en el paraíso “no existe” como se percibe normalmente.
En experiencia, descubrió que podía convertirse en cualquier persona que ella deseara, transformarse en cualquier forma que había visto en el cielo. Además, podía estar en un lugar específico con solo pensarlo. Sin embargo, lo más impactante fueron las imágenes que vio.
Linda Kramer: “si quería convertirme en un pato, lo hacía”
“Fue entonces cuando me encontré parado en lo que denominé el campo de flores. Estaba observando la cadena montañosa 30,000 veces más grande que el Monte Everest
Había una gran cadena montañosa en la parte trasera de donde quiera que estaba. Podía ver edificios con rascacielos. Dubai son como pequeñas cabañas en miniatura en comparación. Vi lagos, pude ver todo en una vista panorámica”.
“Así que estoy allí interactuando con la gente, hablando con la gente, convirtiéndome en ellos”.
A pesar de la historia vivida por la doctora Cramer, no existe evidencia concreta y científica que exista una vida después de la muerte.
Antes esto, el cosmólogo y docente de física Sean Carroll del Instituto de Tecnología de California comentó en 2018: “Las leyes de la física que subyacen en la vida cotidiana se entienden por completo. Las afirmaciones de que alguna forma de conciencia persiste después de que nuestros cuerpos mueren y se descomponen en sus átomos constituyentes se enfrentan a un problema enorme e insuperable”.
