Según cifras de la Policía Nacional, antes de este hecho vandálico se habían destruido siete UPC, que brindan atención a la ciudadanía, a nivel nacional.
El olor a quemado aún se percibía en el ambiente. En el piso y en las hierbas, vidrios por doquier. Las ventanas, en pedazos. Muebles y televisores, en el suelo. Dormitorio inservible.
Eso es lo que quedó de la Unidad de Policía Comunitaria (UPC) llamada Bolivariana, en la calle Tulcán, en la parroquia Calderón, en el extremo norte de Quito.
Ese fue el panorama varias horas después de haber sido incendiada en medio de incidentes entre manifestantes y la Policía, que ocurrió en horas de la noche del martes 28 de junio en Calderón.
Una mujer, de unos 60 años, conversaba con otra de que aparentemente se lanzaron botellas al interior de la unidad. Al preguntarle si quería contar su testimonio, tímidamente respondió que iba a llamar a un vecino, que vive al frente, para eso. No volvió. El ambiente en la zona era tenso.
Aun con el ataque, esa Unidad de Policía Comunitaria (UPC) fue más favorecida que otra que se ubica en la Panamericana norte, debajo de un puente. Esa estaba totalmente destruida.
Vidrios rotos y en el piso, paredes quemadas, inodoros partidos, agua por todos lados, las camas donde descansaban los servidores policiales calcinadas, consignas en contra del presidente Guillermo Lasso para que deje el poder, papeles mojados, varillas retorcidas es lo que se podía advertir del lugar, donde antes del mediodía se levantaban evidencias de lo ocurrido.
El nivel de destrucción también se produjo en el segundo piso de la edificación.
Uniformados de la Unidad de Mantenimiento del Orden (UMO) llegan al lugar, de acuerdo con videos publicados por la Policía Nacional, mientras se ven llamas en el interior de esa unidad policial.
En videos difundidos en redes sociales se escuchan detonaciones y se observaba el lanzamiento de gas lacrimógeno.
Un oficial de la Policía contó que un grupo de manifestantes luego de quemar la UPC de la Panamericana norte avanzó a ese lugar, que queda a unos diez minutos, para destruirlo.
Agregó que cuando se tuvo información de que estaban por llegar a la unidad se dispuso que salieran de la zona y también dar resguardo al hospital Docente de Calderón.
En horas de la madrugada, en cambio, en Shushufindi (Sucumbíos) hubo un incidente con manifestantes en un convoy que llevaba combustible que dejó como saldo un militar muerto y varios heridos, entre ellos policías.
La destrucción de las unidades policiales es un nuevo hecho de violencia en el contexto de las movilizaciones, convocadas por el movimiento indígena, que llevan más de quince días.
El comandante general de la Policía, Fausto Salinas, dijo que no solamente agredieron a la unidad policial, sino que se fueron contra los bienes públicos y la infraestructura.
“No entendemos la capacidad de hacer daño, la capacidad de generar violencia y sobre todo que esto pasa precisamente cuando se estaban realizando unas votaciones en la Asamblea Nacional”, dijo el jefe de la Policía, en referencia al pedido de destitución al presidente Lasso, que se discutía en la legislatura.
Salinas agregó que se están investigando las conexiones entre esas acciones que afectan a los habitantes de Quito y a la seguridad de la ciudad, y se responderá a través de la justicia para evitar la impunidad.
Fuente : El Universo