Alireza Akbari, británico-iraní de 61 años, fue un ex alto cargo de Defensa.
Este sábado, desde Irán se notificó el ahorcamiento del británico-iraní Alireza Akbari, quien fue un ex alto cargo de Defensa de ese país.
Hace tres días, se había anunciado su condena de muerte tras ser declarado culpable de espiar para los servicios de inteligencia del Reino Unido, que advirtió que “ese acto de barbarie no quedará sin respuesta”.
Akbari, de 61 años, fue condenado por “corrupción en la Tierra y por atentar contra la seguridad interior y exterior del país por pasar información de inteligencia” al Reino Unido, indicó la agencia oficial iraní de información judicial Mizan Online.
El primer ministro británico, Rishi Sunak, calificó la ejecución como una acción “despiadada y cobarde”.
Poco después, el Ejecutivo británico afirmó que ordenó sanciones contra el fiscal general de Irán, Mohammar Jafar Montazeri.
El gobierno de Irán convocó por su lado al embajador británico en Teherán para protestar por lo que describió como “intervenciones no convencionales”, denunciando el “apoyo malicioso” que Londres dio a un “espía”.
Estados Unidos se declaró “horrorizado” por la ejecución.
“Las detenciones arbitrarias, las confesiones forzadas y las ejecuciones por motivos políticos son totalmente inaceptables y deben cesar”, declaró en Washington un portavoz del Departamento de Estado.
Akbari fue detenido entre marzo de 2019 y marzo de 2020, según la agencia Irna. La agencia Mizan afirmó que había recibido pagos de más de dos millones de dólares por sus servicios.
Fuente: El Universo
