Para este viernes se espera que Fiscalía formule cargos contra teniente.
La Fiscalía ha convocado para este viernes a la audiencia de formulación de cargos contra Germán Cáceres del Salto, principal sospechoso por la muerte de María Belén Bernal.
Será dos días después de conocerse el fatal desenlace que tuvo la abogada. El Gobierno ha tratado el caso como un femicidio.
Ella estaba desaparecida desde el 11 de septiembre cuando fue a la escuela de policía, en el extremo norte de Quito, a visitar a su esposo. Los relatos indican que al llegar encontró a Cáceres en una habitación con la cadete Joselyn S. P., actualmente detenida.
Después de eso hubo una discusión y gritos. Y luego un silencio de unos 20 minutos. Unos escucharon pasos y golpes, como si arrastraran algo por las gradas.
La Policía señala que esa noche Cáceres tuvo dos salidas importantes de la escuela, una en el día y otra en la noche. Esta última de más de dos horas. Se estima que en ese lapso trasladó el cuerpo de Bernal al cerro de Casitagua, a unos 3,5 km de la escuela. Bernal fue encontrada enterrada en el cerro. La autopsia reveló que murió por estrangulamiento y asfixia.
En el proceso consta que Cáceres no solo tuvo contacto con Joselyn S. P., sino con otra cadete, con quien intercambió llamadas entre el 11 y 12 de septiembre. La casa de esta segunda cadete fue allanada la noche del miércoles, pues se presume una participación.
Según la versión de la madre de Bernal, el teniente la llamó el 12 de septiembre para preguntarle si estaba con ella. Elizabeth Otavalo ha indicado que ella le pidió al oficial que ponga la denuncia por la desaparición.
El comandante de Policía, Fausto Salinas, aseveró que Cáceres usó una coartada. En su primera denuncia de la desaparición habló que discutió con su esposa y tras eso ella se embarcó en un taxi. Fue la versión que dio cuando fue por primera vez a la Fiscalía a reportar la desaparición de su esposa.
Y una versión que incluso despistó a la familia de la víctima. Cuando la madre y el abogado de Bernal salieron a pedir respuestas públicas por la desaparición manejaban la versión que conocían de Cáceres.