Con ello termina el primer paso. Luego vendrán inscripción, evaluación, y el tercer paso será la aceptación del cupo.
366.000 personas con título de bachiller y próximos graduados del régimen Costa y Galápagos se habían inscrito -hasta las 08:00 de este jueves- en el denominado Registro Nacional dentro de la primera etapa del proceso de admisión para universidades y escuelas politécnicas públicas del año 2023.
Los bachilleres, de manera obligatoria, deben registrarse hasta este jueves, 12 de enero en https://www.registrounicoedusup.gob.ec/, a las 23:30.
La Secretaría de Educación Superior, Ciencia, Tecnología e Innovación (Senescyt) habilitó esa plataforma para ese proceso, aunque desde este año el mecanismo de ingreso a las instituciones de educación superior lo deben llevar a cabo ellas, pero existe acompañamiento estatal.
La proyección de la Senescyt era de llegar a unos 300.000 registros. Fue habilitado el 29 de diciembre de 2022.
En el Registro Nacional, los bachilleres deben ingresar sus datos personales por medio de la creación de una cuenta, autoidentificación, discapacidad, lugar de residencia, información tecnológica, entre otros.
Una vez que termina la etapa del Registro Nacional vendrán las fases de admisión, que incluyen inscripción, evaluación, entre otros aspectos, y la tercera etapa es la aceptación del cupo, según explicó este jueves Andrea Ibáñez, subsecretaria de la Senescyt.
Agregó que la segunda fase será entre enero y marzo.
En abril tendrían los puntajes de postulación, asignación de cupos y entre abril y mayo, la aceptación de cupos.
Aún no se pueden determinar cuántos cupos habrá para el periodo 2023, pues ello depende de cada universidad, explicó.
“Creemos firmemente que, en el futuro, la tendencia será seguir aumentando estos cupos que está a cargo por supuesto de las universidades y escuelas politécnicas del país”, dijo.
Recordó que en el último periodo académico hubo 130.000 cupos.
Acerca de si se les ha entregado mayor presupuesto para el proceso de admisión, respondió que hay un aumento de $ 200 millones para este año, y que las universidades, en su autonomía, tendrán la potestad de destinar esos fondos como mejor les parezca.
El presupuesto, indicó, pasó de $ 1.100 a $ 1.300 millones en 2023.
Ibáñez se refirió a este tema en una rueda de prensa del Consejo de Educación Superior (CES) sobre las actividades que hizo esa entidad en 2022.
Su presidente Pablo Beltrán indicó que actualizaron la normativa para que las instituciones de educación superior tengan mayor autonomía en la creación de sedes, carreras, fijación de aranceles.
Beltrán sostuvo que el año pasado se aprobaron unas 1.000 carreras y programas nuevos que, en su mayoría, corresponden a oferta pública. (I)
Fuente: El Universo
